Recuerdo de pequeño cuando la abuela preparaba el té
. Mientras encendía el fogón, apresuraba unas monedas y mandaba a los nietos a comprarlo:

-Hijo, corre a la bodega y
traite una cajita de té.

Eran cajitas de precio muy módico, podía
n ser  los famosos   “Té Huyro”  o “Té Sabú”. Al volver a casa, el agua estaba ya caliente. Y con unos modos que no escapan de mi memoria, la abuela calentaba los utensilios, para luego “reposar” las hebras de aquella bebida. Aquella que acompañaba muchos días y noches.

Después de un tiempo estas cajitas fueron desapareciendo y empezó
a verse en la televisión propagandas de un inglés tomando una taza de té y asegurando que la tetera había pasado de moda, que el té de filtrante no tenía nada que envidiar al “té  Inglés”.

Los tés filtrantes estaban por doquier, la vida acelerada de la modernidad y la ciudad, lograban que esta nueva forma de tomar el té sea aceptada
. Pronto llegaron marcas, sabores y colores, los filtrantes se apoderaron de la ciudad y de los hogares, eran baratos y prácticos. Las teteras en casa ocuparon el rincón mas oscuro del almacén, eran convertidas en macetas, o pasaron a formar parte de los recuerdos en una repisa entre muchas otras cosas de la abuela.

Muchos de los tés e infusiones filtrantes comercializados en el Perú contienen colorantes y saborizantes (autorizados)
. Además de esto, muchas de las bolsas de papel y nylon al entrar  en contacto con el agua caliente liberan sustancias tóxicas tan dañinas que ni todos los beneficios de las infusiones podrían compensar.
“…Algunas bolsas de té están hechas de plásticos, como el nylon, termoplástico, PVC o polipropileno. Aunque estos tipos de plástico tienen altos puntos de fusión, la temperatura en la que las moléculas de los polímeros comienzan a descomponerse siempre es menor al punto de fusión, lo que podría permitir que las bolsas liberen compuestos en el té que pueden causar daños a la salud que aún se desconocen.
 
Las bolsas de papel generalmente son tratadas con epiclorhidrina, que cuando entra en contacto con el agua se hidroliza y produce 3-MCPD. El 3-MCPD es un carcinógeno involucrado con el procesamiento de los alimentos que también ha sido relacionado con la infertilidad y la función inmunológica suprimida
…” (ver fuente aqui)

En esos años mi a
buela no se preocupaba por los químicos en los alimentos, ni por la vida acelerada de una ciudad, yo tampoco. 
Ya saben, a conseguir hierbas enteras y té en hebras
. Asegúrese que el papel o nylon de la infusión que consuma no haya recibido estos tratamientos  y como decía la abuela, “a grandes males, pequeños remedios”. ¡A desempolvar la tetera!
 blanco

Referencias

http://www.theatlantic.com/health/archive/2013/04/are-tea-bags-turning-us-into-plastic/274482/

http://espanol.mercola.com/boletin-de-salud/bolsas-de-te.aspx

http://www.soycarmin.com/buenavida/Aprovecha-las-bolsas-de-te-y-dale-12-usos-mas-20160617-0004.html


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