La historia fascinante del té en el Perú se sigue escribiendo con el aporte de un puñado de productores, las tías del té y un puñado de loc@s del té que hacen y harán que los esfuerzos productores, sommeliers, catadores, industrializadores, empresarios relacionados y demás actores involucrados en la cadena pongan en real valor a esta bebida y lleven a sostenibilidad de la actividad.
No es casualidad que las primeras semillas de té llegaran desde el japón al Perú. En nuestro blog, hemos compartido la historia del té en el Perú y contamos que Francisco A. Loayza, quien se desempeñaba como cónsul por Perú en Yokohama, Japón, envió 120 libras de semillas de té a bordo del vapor Anyo Maru. Luego estas semillas fueron sembradas en la hacienda Huyro en el valle la Convención, en Cusco.
Este estudio nos da pistas y tienen múltiples implicancias en la industria del té pues la comprensión de estos factores nos permiten optimizar el cultivo y producción, ser más competitivos y producir tés sanos para los productores, para el ambiente y para la gente, y claro más sabrosos. Este 15 de febrero se ha publicado un artículo respecto a la influencia de la actividad microbiana del suelo en la calidad del té titulado “La microbiota de las raíces de las planta de té regula la homeostasis del nitrógeno y la síntesis de teanina para influir en la calidad del té” , Peru ¿qué significa esto?, pues el artículo nos sumerge en un mundo fascinante del mundo de los microorganismos que se encuentran en la rizosfera, parte del suelo cercana a la raíz de las plantas de té (Camellia sinensis). Estos desempeñan un papel crucial en la calidad del té que llega a nuestros paladares.